lunes, 10 de octubre de 2016

El truco de los espejos

Esta quincena hemos leído El truco de los espejos, novela publicada en 1952  y protagonizada por la anciana Miss Marple. 
Ruth van Rydock está preocupada por su hermana. Para asegurarse de que está bien, le pide a su vieja amiga Jane Marple que vaya a Stonygates, la laberíntica mansión donde Carrie-Louis vive junto a su tercer marido, Lewis Serrocold. De repente Miss Marple se encuentra en medio de una excéntrica casa, donde convive una extraña familia y un reformatorio para jóvenes criminales, donde la violencia apenas parece percibirse. Como no podía ser de otra forma, durante su estancia en Stonygates tiene lugar un crimen y la siempre inquisitiva Miss Marple tendrá que utilizar todo su ingenio para desenmascarar al asesino y poner en evidencia su plan.

¿Qué te ha parecido MG?

Pues no ha estado especialmente fina en este libro. Siempre me gustan estos misterios familiares, con esas familias tan modernas con hijastros, segundos maridos y amigos del primo de la concuñada de alguien. Y la amiga pobre, en este caso, Miss Marple, de invitada.

Pero es que en este libro se le ha olvidado, en mi opinión, algo bastante importante como es DAR PISTAS. Es imposible dar con el culpable en este caso porque hay una serie de informaciones que sólo nos cuentan en el epílogo del libro y eso, querida Agatha, NO MOLA.

Además, el segundo asesinato (siempre lo hay para que remonte la trama) ha llegado un poco tarde y queda todo un poco precipitado.

De todas formas, no está mal. 

¿Y a tí Pau?

No sé muy bien qué pensar del libro en esta ocasión, Doña Agatha, porque me parece que todos y cada uno de los personajes -y no sólo los del colegio- están para que los encierren en una habitación acolchada y tiren la llave al mar... con Miss Marple en una de ellas.

Entiendo una familia pelín particular que trata mejor a la hija adoptiva que a la propia para "compensar"... pero se les va la mano mogollón; puedo entender la existencia de una mujer que es tan adorable que se casa cuando le viene en gana y tiene una actitud de atolondrada que todos le perdonan; puedo entender que aparezcan personajes en tal cantidad que llega un momento en el que me lío, pero a ver, señora Christie, a estas alturas ya vale de todo encaje de pronto, en las últimas páginas, sin que nada haya cambiado -además de esas cosillas sin importancia como que muere gente- desde el primer asesinato, total, que muera alguien de un disparo no es un hecho extraordinario. Quizá sea yo, pero no he conseguido entrar en esta ocasión en la trama, nada me resultaba creíble ¡y me creí hasta la de Egipto!

Por último a ver que opina Pi

Desde pequeña he tenido un gran aprecio a Miss Marple, aunque he de reconocer que la recordaba a la altura de Poirot en el universo de Agatha. Hasta ahora, y llevamos ya unos pocos libros, ha aparecido poco y cuando lo ha hecho tampoco la historia ha girado en torno a ella como suele pasar con el detective belga. Echo de menos más presencia, pero luego me acuerdo del pesado egocéntrico de Poirot y se me pasa. 
El libro ha resultado muy entretenido, aunque es más de lo mismo y comienza a repetirse un poco. De nuevo multitud de personajes (mi cruz con esta mujer) aunque en esta ocasión bien presentados y desarrollados. Obviamente todos son sospechosos y para todos hay posible motivación. Descubrí el truco a Agatha aunque ya no se si por experiencia acumulada, de pura casualidad, o porque es un recurso que ya ha usado.

Volvemos la próxima quincena con Un puñado de centeno. Mientras tanto tengan cuidado ahí fuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario