lunes, 21 de septiembre de 2015

El misterio de la guía de ferrocarriles

Volvemos a la carga con otro libro de Poirot, esta vez acompañado de Hastings y trotando por el país de un lado a otro a la caza de un asesino que, por una vez, le tiene un poco desconcertado. Aunque sólo un poco, claro, que para es Poirot.

Empezamos con lo que nos cuenta Pau

Sé que no es la primera vez que hablo de la pésima traducción del título (por favor, que nadie me explique por qué se llama como se llama en castellano, que ese no es el problema), pero es que en este caso es especialmente sangrante ¿o alguien me va a negar que es mucho mejor este título que Los crímenes del abecedario que es como lo conocía yo de toda la vida? (que si buscan en google, encontrarán que, aprovechando la trastada del traduttore traditore, hay una novela policiaca homónima)

Nos volvemos a encontrar con Poirot -y ya van unas cuantas seguidas, se nota el éxito de la fórmula- y ¡por fin! vuelve Hastings, que ya estaba yo echándole de menos; cierto es que en todas las novelas hasta la fecha ha puesto un sustituto pero qué quieren que les diga, no hay color, teniendo al original ¿quién querría una vulgar falsificación? La gracia, en esta ocasión, es que Poirot ha de conseguir adelantarse a los crímenes que sabe que van a producirse siguiendo un orden alfabético y, por si fuera poco, ha sido retado para ello. Así que ya saben, células grises que se ve que sólo tiene Poirot (al menos de las resuelve crímenes), y Hastings aguantando el chaparrón como puede. Muy, muy divertido.

Seguimos con Bichejo


"Esto es el trabajo de un alienista" es una de las grandes frases que podemos leer en este libro que, como de costumbre, tiene un horror de traducción, que si fuese un poco menos vaga me estaría planteando seguir leyendo en inglés.

Me ha dejado bastante igual, es todo demasiado increíble, se le va un poco de las manos lo de retorcer las cosas. Con todo, es entretenido ver a Poirot más perdido que nunca. Y no tengo mucho más que aportar al tema.

Este libro ya lo había leído antes y todo el tiempo pensaba "aquí hay trampa, aquí hay trampa" pero no me acordaba de qué trampa era.


¿Qué le ha parecido a Pi?

Un rollo patatero. De los de parece que se quien es el asesino, pero si no he acertado la verdad es que me da lo mismo. Todo el libro es tan monótono y con tan poco que descubrir que cuando Agatha empieza a sacarse ases de la manga estás tan aburrida que ya da igual.

De acuerdo con mis compañeras. La traducción es peor que mala, es una aberración. Y no sólo por el título.

Como curiosidad contaros que este verano he leído la autobiografía de Agatha. Parece ser que se arrepintió siempre de haber creado a Poirot tan mayor. No sabía que iba a tener tanto éxito y que seguiría tantos años apareciendo en los libros. 

Eso responde el misterio del porqué los libros, leídos cronológicamente, no siguen una línea del tiempo clara.

Acabamos con Anijol:

Pues ni me ha parecido un rollo ni me ha fascinado. Por supuesto era imposible que todo fuera tan fácil pero no he conseguido adivinar de por dónde andaría la cosa. Y ha conseguido mantener mi interés hasta el final.

Destila de nuevo aversión a los extranjeros.

La traducción, sin duda, espantosa. Sin embargo he de decir que busqué lo del alienista y ¡es correcto! Quiero ser bienpensada y suponer que en la época en que se tradujo esa fuera una palabra habitual para describir a un psiquiatra.

Lo que más me ha horrorizado de la traducción es dejar en pasiva cosas como éstas, que nadie en español coloquial (ni culto) diría así jamás:

"Se trata de un ejemplar nuevo, pues no ha sido abierto mucho" ¿No sería mucho más natural 'no se ha abierto mucho'?

"Los almuerzos empezaban a ser servidos" Terrible.

Volvemos en dos semanas con "Asesinato en Mesopotamia". Tengan cuidado ahí fuera.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Muerte entre las nubes

Volvemos de las vacaciones con "Muerte en las nubes".  Publicado en 1935 y el primero de Agatha en cruzar el charco. De hecho en el Reino Unido se publicó unos meses más tarde.

Otro crimen con Poirot. Además, en la línea del Orient Express, se trata de un crimen aparantemente perfecto en un espacio cerrado en el que también Poirot está presente. Y también como en el Orient Express el que no aparece es Hastings.

Lo que le pareció a Pau:

Ha sido divertido el reencuentro con Doña Agatha y su celebérrimo asesinable detective Poirot. En esta ocasión nos encontramos un asesinato en un ambiente cerrado, un avión, en una época donde ir en un avión de pasajeros es como será dentro de unas décadas ir a hacer turismo a la luna, caro, y para unos pocos ricachones.
Como nos tiene acostumbrados Poirot no da una sola pista, nada más allá de las células grises. Tenemos también dama en apuros, enamorada de uno pero que, bajo el amparo de Poirot se va situando a medida que coge protagonismo en la serie. Juego de equívocos, opiniones cuando menos curiosas sobre distintas nacionalidades, el asesino será quien menos o más lo parece... un poco más de lo mismo ¡suerte que siempre es divertido!

Veamos qué dice Bichejo:

Este es uno de los libros que ya había leído y del que, además, recordaba algunos detalles concretos, como la abeja y la cerbatana, cosas de la memoria, que recuerda lo que a ella le parece.

Porque lo que no recordaba para nada es quién era el asesino y aunque debería haberme parecido muy torticero, que lo es, la verdad es que me ha encantado el quién, el cómo y sobre todo lo retorcido y rocambolesco del por qué.

Estos misterios de "puerta cerrada" me gustan especialmente porque creo que así el autor se lo curra un poquito más.

Un par de cositas que he marcado

"Los personajes más célebres de este mundo rara vez lo parecen. ¡Si incluso a mí, moi qui vous parle, me han tomado por un peluquero!"

"- ¿Cuándo dejó de sospechar de mí? - Nunca. Usted es el asesino." La mejor revelación del culpable EVER. 

Seguimos con Pi:

Me encanta esta Agatha calificando de "zorra" a diestro y siniestro. Se va notando el paso del tiempo y lo victoriano va dejando paso a la época actual. Aviones, facsímil,...casi podría haberse ambientado en la época actúal.

Y de nuevo ha vuelto a engañarme, y esta vez lo ha hecho a posta. Porque una va aprendiendo y ya se fija en quien pasaba por allí o dijo esto o aquello. Y obviamente iba a ser X porque nadie lo había tenido en cuenta y era muy obvio. Y resulta que es es X y yo me hincho de orgullo y satisfacción , y me enfado porque estaba cantado, y al final nada es lo que parece y cierro el libro con el raro entre las piernas porque me la ha vuelto a jugar.

 Y terminamos con Annie:

Leí éste al principio del descanso para dejarme el verano libre de deberes. Y me gustó a pesar de estar un poco saturada de misterio y detectives.

De nuevo un supuesto crimen perfecto pero resoluble por las células grises del insufrible Poirot. También de nuevo la aristocracia y el lujo. Gente que viajaba en avión de París a Londres, en 1935 nada más y nada menos. Como siempre, giros y más giros y un montón trampas y sorpresas. Nada que nos sorprenda. O, bueno, un poco sí. A mí me ha entretenido.

Volvemos en dos semanas con  El misterio de la guía de ferrocarriles. Tengan cuidado ahí fuera.