lunes, 29 de diciembre de 2014

El hombre del traje color castaño


Bienvenidos amigos a otra novela de Agatha. Esta quincena hemos leído "El hombre del traje color castaño. Y esta semana parece que Agatha ha triunfado para todas las miembros del club.

Comienza Anijol dándonos su opinión:

"Otra de espías y otra que me ha gustado. Aunque solo es un poco, más 'adulta' que la de Tommy y Tuppence. Lo de solo un poco es porque el personaje de Ana es demasiado locatis para resultar verosímil a mi entender. Está en su mayoría contada a dos voces a través de los diarios de Ana y otro de los personajes, sir Eustace Pedler. El personaje de sir Eustace me ha encantado. Esa indolencia suya reconocida sin rubor me ha divertido mucho.

La trama, como siempre un poco liosa y con muchas revueltas hasta llegar a la resolución final. ¡Ah! y aquí las mujeres salen algo mejor paradas. Aunque la visión del amor aquí descrita deja mucho que desear. Espero que Pau se despache con ello.

Un subrayado, una vez más sobre los extranjeros, de los diarios de sir Eustace: "Si resulta deshonroso que asesinen a una mujer en la casa de uno, aun lo resulta más si la referida mujer es extranjera"."

¿Está de acuerdo Bich? Esto nos ha contado:

Otro libro que no es, en sentido estricto, de asesinatos. Pero esta vez no importa, porque teníamos casi dos misterios al precio de uno.

A mí me ha gustado mucho, la historia contada desde el punto de vista de dos personajes está bastante bien. Vale que es un planteamiento algo increíble, lo de una chica joven que se va a sola a vivir aventuras, pero es lo de menos. Es un libro que cumple sobradamente su función, aunque yo ya estoy echando de menos la campiña inglesa, las señoras y la hora del té.

Y la frase, algo menos machista que en otras ocasiones: 

Reconocí en ella los desastrosos efectos del matrimonio. Cuántas veces no habré oído decir a una mujer inteligente a más no poder: "Edgardo dice..." como quien cita a una autoridad incontrovertible.

Leo lo de Anijol y me convenzo de lo #separadas al nacer que fuimos. Su frase destacada también la tenía yo marcada.

Pau nos cuenta que:

"Me he pasado medio libro descorchada de risa, no lo puedo evitar, acabo de descubrir el género (ya hablé de mis prejuicios) y me parece todo tan ingenuo, tan inocente, tan limpio y puro que voy pasando las páginas y todo me llena de ternurita.

Otra novela que empieza con un asesinato pero no es estrictamente de muertes, sino de ¿espías maomenos?. Otra novela en la que todo el mundo se empeña en casarse con la misma persona... bueno, no es así en sentido estricto: en esta todos quieren casarse con Ana, en las de Poirot, Hastings se empeña en casarse con todas las mujeres... lo importante para la señora Christie, por lo que se ve, es que alguien se case con alguien, por la razón que sea... aunque siempre hace triunfar al amor, obviamente, que para eso ella lo guisa. Y mientras vamos desde la mujer soltera -pobre pero lista y honrada- hasta la felicísima mujer casada -con proposiciones varias de matrimonio por el medio- todo son carreras, intrigas y secuestros protagonizados por dos mujeres valerosas. Divertidísima"

Y por último Pi:

"Plas, plas, plas... Todavía estoy aplaudiendo, y eso que no salen mis queridos protagonistas habituales. El libro se lee de un tirón, literal, comprobado. Con tanto evento navideño eran las 12 esta mañana y aun no había comenzado el libro. Da igual, ha sido cogerlo y no soltarlo. Los dos puntos de vista sobre la historia entrelazados que han comentado mis compañeras completan la historia de forma magistral. Los personajes-narradores son divertidísimos y el misterio es de los de verdad, de los que no se adivinan facilmente, y cuando se sabe dan otra vuelta de tuerca.
De nuevo me da la sensación que van a sacar un iPhone en cualquier momento en vez de escribir telegrama. Parece mentira que hayan pasado casi 100 años. ¿Tan adelantados estaban los londinenses?¿Sería general en Inglaterra?¿Y en el resto de Europa? Mas allá de la historia me apasiona y sorprende encontrar estos paralelismos con el presente. Tengo una tía nacida en 1922 y la infancia de la que me habla con sus padres es el medievo comparada con la de las protagonistas de Agatha"

Sólo queda despedirnos hasta la quincena siguiente. Feliz Navidad a todos y un 2015 lleno de misterio.

Nos leemos el 12 de Enero con El secreto de Chimneys.



lunes, 15 de diciembre de 2014

Asesinato en el campo de golf

Asesinato en el campo de golf es la tercera novela de Agatha Christie, la segunda con Hércules Poirot y el Capitán Hastings como protagonistas.

Ya en esta segunda obra encontramos todas las claves de esta pareja de investigadores, especialmente las de Poirot: la importancia de las célebres células grises, la casi inacabable capacidad de enamorarse de Hastings, los prejuicios nacionalistas, la teatralidad, los giros del guión para desenmascarar al verdadero culpable...

En esta ocasión (y, ATENCIÓN, SPOILER, no será la última) Poirot no está solo en la búsqueda de la verdad, y mide su intelecto y su capacidad de deducción con otro investigador, Giraud, francés, por supuesto. Aquí Mrs. Christie no se pilla los dedos y, ya que hay que dejar mal a alguien, que sea francés. Con Japp, el investigador inglés que volverá a aparecer en otras de sus obras, ya se las verá en otra ocasión en todo su esplendor.

Comenzamos con las reseñas:

Esto es lo de Pau.

En esta ocasión la señora Christie vuelve a contarnos una historia del belga universal, su amigo el bobo -tan tontorrón como buena gente- y enamoradizo Hastings -¡Hay que ver cuántas veces se enamora este hombre por novela!- y, cómo no, un cadáver... digo dos...


Es novela policíaca de los comienzos del género de quien marca las pautas a seguir así que lo de menos ya -y eso que sólo van tres- es el misterio; sabemos que papa Poirot lo resolverá, sabemos que nos volverá un poco locos al ver cosas que sólo él ve y que ¡milagro! coinciden con la verdad... el mérito está, sin duda, en no molestarse (al menos no siempre) en enseñarnos cómo llega a sus acertadísimas conclusiones, así no tiene que hacerse trampas al solitario... Pero aunque lo sabemos queremos ver cómo es el proceso, queremos ver las vueltas que dan, los amoríos que tienen y qué retorcida manera de matar se le habrá ocurrido a Doña Agatha en esta ocasión ¡divertidísima!

Aquí va lo de Annie Hall.

A mí este asesinato en el campo de golf ni fu ni fa. Vuelvo a echar de menos la campiña inglesa y he echado de más varias vueltas de tuerca. En ésta me parece que hay demasiado cambio de timón.

Además uno de lo crímenes queda resuelto pero fuera del alcance de la justicia y eso no me gusta. Y menos todavía si la idea detrás de esa injusticia es que como el muerto es un indigente, su asesino o cómplices no son merecederos de padecer el peso de la ley. Esto está muy mal, Doña Agatha.

He subrayado poco pero jugoso:

"Para mí una mujer debe ser femenina. ¡No puedo soportar a la neurótica muchacha moderna que se entrega al jazz de la mañana ala noche, fuma como una chimenea y usa un lenguaje que haría sonrojarse a una pescadera de Billingsgate!" De nuevo la Agatha moderna y feminista (entiéndase la ironía).

"No tengo nada contra mademoiselle Daubreuil por ningún concepto. Pero hubiera preferido que te casaras con una inglesa". Esto tampoco es nuevo.

Aquí va lo de Bich.

No entiendo para qué escribo mi opinión porque es tal cual la de Anniehall. Bueno, en cuanto al segundo muerto, poco peso de la ley porque yo he creído entender que moría de un infarto, pero puedo no haberme enterado bien, porque me ha parecido bastante confuso todo. Los nombres, los personajes, las historias, todo muy enmadejado...en cualquier caso Agatha es muy de dejar cosas en manos de la justicia divina.

He subrayado también lo de la mujer femenina y su contrapunto: "usted considera a las mujeres como seres que se suben sobre una silla y chillan cuando ven un ratón. Todo eso es prehistórico."

También sentencia: "¿Por quién mentiría una mujer? A veces por sí misma, muy a menudo por el hombre a quien ama. Siempre, por sus hijos." EA.

Para mí se ha quedado en mero entretenimiento, no es de estos libros de Agatha memorables.

Y Pi.

Opino igual que mis compañeras. La verdad es que agradezco esta vuelta a la Agatha de mi querido Poirot pero me ha dejado algo fría. Da la sensación de que se "embarulla" tanto a lo largo del libro que tiene problemas con el desenlace y termina atando los cabos sueltos de aquella manera.

Efectivamente hay un asesinato que se resuelve al margen de la ley. Me he encontrado con esto en varios libros de Poirot. Igual me equivoco y pasa también en libros no protagonizados por el detective, pero yo lo ví como un rasgo más de su carácter ególatra. 

Gordipé dice que no le ha gustado Asesinato en el campo de golf.

Empiezo a pensar que me gusta más el recuerdo de cuánto disfruté leyendo a Agatha Christie en la adolescencia que sus libros. O que la mayoría de sus libros. Este me parece facilón y afectado. No me gusta el tándem Poirot-Hastings: el belga me parece un personaje soberbio y teatral, pero en feo, y el inglés tiene la personalidad de una acelga.

Y darme cuenta de que Mrs. Christie me está pareciendo cada vez más misógina no ayuda nada. Ni siquiera he terminado el libro. Mea culpa.



Volvemos el 29 de diciembre con El hombre del traje marrón.

Arff, arfff, arfff..... ¡Que llego tarde!
Que como una, además de boticaria y desquiciada, es tecnolerda, pues durante el fin de semana no tiene ordenata y desde el móvil le resulta imposible publicar, así que aunque tarde aquí está mi reseña.
Un calco de las demás, echo de menos la campiña inglesa, ya tengo ganas de llegar a algún libro de los típicos de hacendados venidos a menos, tés de la tarde, trenes para ir a Londres de compras.... vamos, todas esas cosas british tan típicas de Ágatha.
Hastings, como siempre, y como se diría en mi pueblo, empalagosismo con sus enamoramientos. Eso sí, me pica la curiosidad de saber si se casa realmente con la tipa y si es de la que enviuda muchos libros después (ahhhhh, spoiler, se siente).
Bueno, creo que ya me he pasado de las diez líneas, así que con esto y un bizcocho, hasta la próxima, que me parece a mí, por el título, que tampoco va a haber campiña y va a ser de espionaje, jope.

lunes, 1 de diciembre de 2014

El misterioso Señor Brown

Esta quincena estrenamos coblogger (¡no nos mires, únete!) y estrenamos también protagonistas de las novelas. El misterioso señor Brown es el primer caso de Tommy y Tuppence, los protagonistas menos conocidos Dame Agatha.

Empezamos con las mini-reseñas, o no tan minis, que esto se nos va mucho de las manos. Y claro, que empiece la nueva:


Como soy la nueva del grupo, me presentaré diciendo que soy la boticaria desquiciada, y que ese nick no me lo he puesto aleatoriamente, así que no hagáis mucho caso a mis reseñas porque la verdad es que no estoy muy bien de lo mío...

Soy una gran fan de doña Ágatha, pero la verdad es que si el primer libro que hubiera leído de ella hubiera sido éste, ya no hubiera repetido. A mí me gusta leerla por el ambiente british que destilan casi todas sus novelas, esos tés, esos pastelitos, esas casas en la campiña inglesa donde hacen fiestas, reuniones de caza, cuidan sus jardines. Eso es lo que a mí me gusta. Pero éste es un libro de espías y yo con esas tramas, la verdad, me pierdo. Lo único que lo salva, a mi parecer, es que nos cuenta los comienzos del matrimonio de Tuppence y Tommy Beresford, personajes habituales en sus novelas junto con la señorita Marple y el inefable Poirot.
En fin, que esta vez, para ser la primera de mis reseñas, no recomiendo su lectura. Hay títulos mucho mejores de doña Ágatha, y a no ser que seáis fans incondicionales de ella (como una servidora), podéis disfrutar mucho más con otros. Y si os gustan las novelas de espionaje tampoco os la recomiendo porque la verdad es que tanto la trama como el desarrollo de la misma son bastante infantiloides, en mi humilde opinión.
(Y os dejo, que para ser la primera entrada me enrollo de lo lindo y mis jefas me van a echar del grupo, con lo que a mí me gustan todos estos follones)

La mini reseña de Annie: este segundo libro del proyecto me ha sorprendido. No conocía a estos personajes de Agatha. En la adolescencia sólo leí alguno de sus whodunits así que de Tuppence y Tommy no sabía nada. Me ha entretenido bastante aunque creo que me habría entretenido mucho más entonces. Me parece la continuación natural a lecturas como los Los Cinco o algún otro de aventuras de Enyd Blyton. Porque a pesar de no aburrirme, incluso mantenerme en vilo al final, creo que la trama es bastante naif. Los malos son muy malos en las descripciones pero luego los protagonistas salen de las situacione peliagudas con bastante facilidad y sin secuelas. Una facilidad un poco inverosímil.

Solo he subrayado una cosa, no sé si influida por la reseña de Gordipe de Styles: "¡Qué tontas somos las mujeres! siempre lo he pensado" ¿Se le empieza a ver el plumero a una Agatha machista?

Por último diré que he echado en falta esa otra parte secundaria de descripción de los usos y costumbres de las clases altas inglesas del campo de la que hablamos en Styles. ¡Ah! y que descubrí al malo antes que Tuppence y Tommy.

Esto es lo que nos cuenta Pau, la única que respeta lo de las diez líneas XDD

La segunda novela de la señora Christie es una delicia de principio a fin y, lo más alucinante, ni siquiera repite el patrón de la primera, pero ni de lejos, oiga; en esta ocasión no estamos ante una novela policiaca sino ¡¡ante una novela de espías!!

Más fascinante aún, si cabe, es que tiene de TODO y eso que nuestra visión de los espías tiene mucho que ver con la guerra fría y esta transcurre en torno a la posguerra de la primera guerra mundial peeeero trata de unos documentos que podrían desestabilizar el país en nombre de... tachán... ¡los soviéticos! Y, como estamos en los inicios de las novelas de espías, tenemos todo el manual (y ahí está la maravilla de la autora, no chirría a pesar de que hemos vista la fórmula n veces), damiselas desaparecidas, carreras, traiciones, carreras, gente en la que confías y es confiable, carreras, gente en la que confías y son de los malos, carreras... En definitiva ¡léanla, que le convalidan una maratón FIJO!

Aquí la reseña de Pi que también ha respetado las diez líneas... o casi.

He de reconocer que no había oído sobre estos personajes de Agatha. Vale, llamarse fan de suyo y no conocer a los protagonistas de cinco de sus libros tiene delito; pero yo con mi Poirot mi Mrs. Marple tenía y sigo teniendo bastante. La historia está desde el principio traída por los pelos. Falta un giro de guión que afiance como empieza. Es tremendamente previsible: ¿Dónde se ha visto un libro de Agatha en el que a la mitad ya digas por aquí o por aquí y aciertes?
Destacar el punto donde uno de los detectives dice aquello de “Elemental querido Watson” en un guiño a Sherlock, principal fuente de inspiración para Agatha como ya hemos comentado.


Este libro transcurre en Londres hace casi cien años, algo que se olvida con frecuencia durante la lectura. Describe una ciudad llena de coches y centros comerciales donde la gente acude incluso a desayunar con una protagonista femenina nada señorita y totalmente independiente ¡Que distinto a las villas de la campiña inglesa donde se desarrollan otras de las novelas de la autora!.  
Me despido abrazada al siguiente libro de nuestro proyecto que me reconciliará con la autora que yo conozco.

Gordipé dice que no, que no le gusta la pareja de Tommy y Tuppence. Son personajes flojos y sin carácter.

Las tramas de espías no son el fuerte de Mrs. Christie, eso es así. Como ya han dicho por aquí arriba, El misterioso Señor Brown es demasiado naïf, demasiado inocente. Me quedo con la sensación de que Agatha no quiere profundizar en lo "feo" del espionaje, las muertes, las torturas para sacar información, las desapariciones...a pesar de que haya malos malísimos extranjeros porque tendrían que hablar también de la contrapartida británica y, eso sí que no, los ingleses no pueden salir mal parados en una novela de la Christie. O igual trivializa la historia para hacer olvidar un poco lo terrible que ha sido la guerra y sus consecuencias...

Estoy con Pi en que e esta novela se pierde gran parte de la fuerza y el encanto de otros libros de la autora, que residen en el retrato de la sociedad rural inglesa post victoriana. 

Y dejo la mía para el final: me ha gustado. Me lo he pasado muy bien a pesar de no ser la típica historia de asesinos de Dame Agatha. Me ha molado conocer la historia de Tommy y Tuppence, yo sí había leído alguna historia suya, pero no conocía su pasado, para mí eran pareja desde el principio. Así que ha estado bien ver los orígenes de lo suyo. Y las historias de espías me molan.

Todo lo que más me ha gustado y/o llamado la atención lo explica mejor el libro que yo

La dedicatoria: "A todos aquellos que llevan una vida monótona, con la esperanza de que puedan disfrutar de las delicias y peligros de la aventura."

Los prejuicios: "Sus facciones, sin ser agraciadas, resultaban agradables e indicaban que, sin duda, era un caballero y un deportista." MENCANTA.

El machismo: "¿Tienes un lápiz y un pedazo de papel? Los hombres siempre lleváis. Igual que nosotras horquillas y polvos..."

El sentido común: "Es curioso pero no es posible provocar una revolución sin hombres honrados. Luego se les quita de en medio con facilidad."

El consuelo para los que hemos sido engañados: "La idea no fue suya (habla de las sospechas). Les fue insinuada, y el veneno hizo su efecto al ser administrado con cuidado por un maestro en ese arte"


EDITO: empezamos a leer "Asesinato en el campo de golf". Próxima cita el lunes 15. A leer.

lunes, 17 de noviembre de 2014

El misterioso caso de Styles

Esta quincena toca "El misterioso caso de Styles", primera novela publicada por Agatha Christie. Y digo esta quincena toca porque así es como nos hemos planteado el proyecto Agatha Christie: una obra publicada cada dos semanas. Empezando por las novelas y por orden cronológico de publicación porque algún orden había que seguir y yo soy cabalita (como dice mi madre) y las cobloggers muy tolerantes con mis TOCs pequeñas manías.

No vamos a hacer grandes y sesudos posts. Tras cada lectura haremos una entrada resumen con las impresiones de las cinco y hasta la quincena que viene.

A este ritmo el proyecto nos va a ocupar hasta octubre de 2017. Nos encantará si por el camino nos acompañáis, comentáis y animáis. Y, por supuesto, el que se quiera sumar será bienvenido.

Y ahora al meollo, Styles, que es lo que toca esta semana. Dejo mi parte para el final por cortesía y por si os cansáis que os dejéis sin leer lo peor porque vaya lujo de mini reseñas. Las demás por orden alfabético.

Empezamos con lo que le ha parecido a Bichejo:

Hace un par de años empecé este proyecto Agatha pero al buen tuntún. Cuando me acordaba leía dos libros en un mes y luego me volvía a olvidar. Todo empezó porque leí en algún sitio que leyendo una novela al mes tenías tarea para siete años, y porque me gusta embarcarme en cosas. Esto va a ser mucho mejor, porque vamos a seguir un orden lógico, y porque embarcarse en cosas con amigas siempre mola mucho. Y ahora, al lío.

Me gusta Agatha, es una tramposa pero siempre me lo paso bien. El caso de Styles es el primero, pero no lo parece. Hay una serie de lugares comunes, no lo digo en un sentido despectivo sino al contrario, cosas que siempre vamos a ir viendo en las novelas de Poirot y que hace que te resulten siempre familiares
  • el tono de reserva de Poirot: siempre te anticipa que ha visto algo más que no comparte con nosotros. Es parte de la trampa y de los trucos de Agatha, tenerte dando vueltas para que la mayor parte de las veces no termines el libro con el típico ¡lo sabía!
  • Hastings como el prototipo de hombre, no es especialmente inteligente, de bondad innata, y completamente enamoradizo. Y ser conscientes de que es justo eso lo que Poirot piensa de él: "Tenemos que ser inteligentes como para pasar a sus ojos por tontos. Amigo mío, puede usted ayudarme mucho, pero mucho, en todo ello."
  • cómo Hastings ve a Poirot: "Mi pobre Poirot estaba envejecido. Pensé que era una suerte que se hubiera asociado con una mente más rápida." Siempre le verá así, lo que me hace pensar que si le ve envejecido en la primera, ¿qué pila de años tendría en la última?
  • y como siempre, alguna frase lapidaria de Dame Agatha, intentaré ir buscándolas en todas las novelas, espero encontrarlas: "Todo asesino es, probablemente, el viejo amigo de alguien."

A continuación las impresiones de Gordipé.

Leí todos los libros de Agatha Christie en la adolescencia. Me sentaba en la mecedora de mi habitación después de estudiar y los leía casi del tirón. Me fascinaban.

Con esta primera relectura creo que he descubierto una de las razones.

Agatha crea personajes perfectamente identificables en la primera descripción, con una simpleza que asusta, precisamente porque los llena de estereotipos sin ningún miramiento. Y es curioso que consiga que esos estereotipos de snob victoriana sigan funcionando, casi un siglo después.

En pocas palabras, hace que visualices a la magnífica dama de la alta sociedad rural que maneja la pasta y, por tanto a la familia pobretona, que revolotea a su alrededor esperando las migajas. Hace que imagines al pobre Hastings, un inglés mediocre y anodino, un poco tonto, con trajes de tweed marrón con coderas, que sólo sirve para hacer de correveidile y de comparsa del gran personaje de Poirot. Hace que veas al extranjero excéntrico con cierto desdén, ridiculizándole en lo cotidiano por sus extrañas costumbres: no son inglesas, no son buenas costumbres.

De entre todos los personajes de Mrs. Christie, me llaman la atención las mujeres. Aunque parece que son mujeres con carácter, en el caso de Styles son dependientes, varias de ellas (Howar, Mary Cavendish, Cinthya) parecen obligadas a vivir bajo el mismo techo, porque no pueden hacerlo por su cuenta, aunque trabajen. Me hace pensar que, aunque Agatha crea personajes femeninos aparentemente fuertes, capaces de impresionar al pobre Hastings por su belleza y todo eso que gustaba a los ingleses de principios de siglo, en realidad pensaba que las mujeres estaban mejor donde habían estado hasta entonces: o acompañando a sus maridos o sirviendo a otras mujeres.

En cuanto al valor literario de El misterioso caso de Styles, no pasará a la historia por ser una obra maestra, pero si chorrocientas generaciones (o tres) hemos encontrado atractivas las novelitas de misterios de Mrs. Christie, por algo será.

Ahora toca el turno de Pau que, si no ha cambiado de idea, también ha publicado una reseña más completa en su casa. Seguro que estupenda. A continuación el anticipo.

Soy una mujer prejuiciosa y de principios, así que he tardado casi 40 años en leer a Doña Agatha, shame on me! La razón es que en el instituto leí -obligada- algo de policiaca (Dashiel Hammett) y no sólo me aburrió como pocas cosas en mi vida sino que, además, me sentí profundamente traicionada porque el mismo profesor me había presentado -también a la fuerza- la ciencia ficción de Phillip K. Dick y ya ven, me ha costado más de 20 años superar el rencor. Estando yo un poco pachucha necesitaba un libro de pocas páginas para acompañarme en la bañera y descartando descartando llegó Diez negritos que muerta de entusiasmo y, sumado al proyecto de Bichejo de leerse todo lo de la señora Christie, la alegría de Anijol por la idea (juraría que lo sugirió ella), ha dado origen a este proyecto conjunto... Ay lo que me enrollo... en fin, que una no contaba con encontrarse en la primera novela, de la que estamos hablando aquí, ni más ni menos que con el gran Poirot... una máquina de procesar datos empeñada en no explicarnos sus procesos mentales porque nosotros, los lectores, no aspiramos a identificarnos con un belga tan fascinante como abofeteable sino con el de su compañero narrador, que tampoco le sigue en los razonamientos.

Lo divertido de El misterioso caso de Styles (tengo la esperanza de que alguien entre en materia y explique de qué va, que no estoy leyendo lo que dice el resto) -y supongo que de gran parte de las novelas de la señora Christie- es que a pesar de lo que enreda, de las vueltas que da que parece una cosa y luego parecerá otra que parecerá otra que parecerá otra y vuelta a empezar es que no se le ven las costuras más allá de que, como buen género policiaco, partimos de la base de que el autor tiene que jugar al despiste y, como se trata de una autorA, y aquí el género importa más que por la A por la época en la que esa autorA escribe, la construcción de los personajes es diferente a la habitual, aunque sólo sea porque las mujeres de la novela no son simplemente parte del paisaje.

En el juego del despiste sospecharemos de todos y tendremos razón, los disculparemos a todos y también tendremos razón... temporalmente ¡corcho! que alguien ha tenido que matar a la pobre señora... aprenderemos de venenos cosas que me juego el cuello que la gente de esa época sabía -al menos los de las clases altas que se pasaban la vida tomando dronjas para dormir-, veremos que en lo esencial nada ha cambiado tanto, que había celos, muertes, amor sincero, locos perdidos, soñadores, fieles e infieles... En fin, que la lean, que si yo he superado mis prejuicios por dos novelitas de Doña Agatha, ustedes deben hacerlo, no les va a cambiar la vida, pero van a estar unas pocas horas de lo más entretenidos.

La cuarta es la de Pi:

Siempre me ha gustado leer, aunque nunca he disfrutado de libros especialmente sesudos. Para mí la lectura ha sido siempre la forma de “vivir otras vidas y probarme otros nombres” como diría Sabina. Entre todos los personajes que he podido ser a través de los libros siempre he disfrutado especialmente de los detectives famosos. De todos ellos sin duda me quedo con Sherlock Holmes y los nacidos en la mente de Agatha Christie. ¿Sabéis que las novelas de Agatha y el personaje de Poirot están inspirados en Sherlock Holmes?

Desde pequeña he leído libros de Agatha intercalados con otros, quizá un par de ellos al año, y sin ningún tipo de orden. Leía a Poirot haciendo referencia junto al capitán Hastings a casos antiguos, a los comienzos de su relación y yo siempre tenía el sentimiento de ver una película avanzando y rebobinando constantemente. Se disfruta del argumento pero no es lo mismo.

Este verano decidí comenzar en orden, en el orden que se escribieron, y empecé releyendo el “Misterioso caso de Styles”, primera novela publicada de la escritora y el nacimiento literario del gran Hercules Poirot.  Corría el año 1920, en plena  Guerra Mundial.

Andaba ya por el tercer libro cuando me entero del Proyecto Agatha que están organizando unas amigas tuiteras. Si a alguien se le ha ocurrido hacer lo mismo que a ti, al mismo tiempo, y encima es alguien conocido la cosa está clara: hay que unirse al proyecto.

Me vais a perdonar que esta primera aportación sea más general y no analice con detalle el libro. Hace unos meses que lo terminé, es mi primera reseña literaria, y por esta vez prefiero mirar y aprender.

Me he preguntado si leyendo varias novelas de Agatha se podría descubrir que esta es la primera. Rotundamente no. Las hay mejores y peores, pero esta mujer tenía un talento innato para la escritura, poco tuvo que aprender durante su carrera.  Los personajes son variados, bien descritos igual que el entorno. Todavía no ha aparecido el cadáver y ya te estás imaginando paseando por Essex, condado inglés cercano a Londres donde está la mansión de Styles. Todos tienen algo que ocultar y motivos para matar a la señora Inglethorp y tu, lector, cambias cada diez minutos de opinión respecto al asesino. Al final el asesino es quien menos te lo esperas o, ¿quizá no? ¿quizá en esta ocasión era de quién sospechaban desde un principio? La respuesta en Styles.

Y por último la mía:

Hacía muchos, pero muchos años que no leía nada de Agatha Christie. Recuerdo alguno en la adolescencia o poco antes. Y también algunas adaptaciones al cine, en particular Asesinato en el Orient Express, que teníamos en VHS y habré visto unas cincuenta veces. Así que llegaba prácticamente virgen aunque me esperaba algún que otro giro tramposo y varias vueltas hasta llegar a la resolución final de Poirot porque sí, se trata de un Poirot.

Y así ha sido, no me ha sorprendido en ese aspecto pero tampoco me ha decepcionado.Me ha entretenido que es lo que esperaba. Mientras lo leía me me preguntaba si al final del proyecto le cogeremos el tranquillo y seremos capaces de adivinar las trampas de Agatha. Veremos.

Lo que no esperaba es encontrarme ese retrato de la vida inglesa de las casas de campo, el señor 'protector' de toda una comunidad, el destino de los hijos ligado al de la tierra, la familiar lejana en peor situación 'recogida' en la Casa... En este aspecto me ha sorprendido para bien y estoy deseando más. Dos subrayados al hilo de esto:

"Salta a la vista que el tipo es extranjero" en medio de una descripción nada halagüeña.
"Este señor va a hacerle unas preguntas y yo quiero que usted le conteste" el 'Señor' al jardinero.

Y tampoco me esperaba la infame traducción y la ausencia total de corrección. Cambios en los géneros de las palabras al buen tuntún, puntos seguidos en mitad de frases que no terminan, preguntas sin signo de apertura de interrogación, tildes de más y tildes de menos... Un despropósito. Espero que los demás no sean así.

Para terminar una frase genial que creo que solo un inglés puede decir "un hombre enamorado es un espectáculo lamentable". Me pregunto si dirá lo mismo de una mujer enamorada.

Hasta aquí las reseñas, de hoy en dos semanas volveremos con 'El misterioso señor Brown' publicado en 1922.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Presentación

La señora siempre pensativa
¿A quién asesino hoy?
En torno a 1975, año arriba, año abajo, cuatro de las mejores mujeres del ejército lector que formaban un comando fueron encarceladas por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidas.

Hoy, buscadas todavía por el gobierno, sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted alguna problema y se las encuentra, quizá pueda contratarlas.

Tantarantan, tantantantaaaaan