lunes, 22 de febrero de 2016

Maldad bajo el sol


Continuamos nuestro proyecto con Maldad bajo el sol (también conocida como Muerte bajo el sol, por la adaptación para el cine, llenita de las estrellas de la época, encabezadas por el Poirot más querido, Peter Ustinov). Publicada en 1941 se ha adaptado para el cine, la televisión y hasta para un videojuego.

En esta ocasión no tenemos un misterio de puerta cerrada, sino bien abierto, en la playa, una mujer de las que despiertan todo tipo de pasiones es asesinada. ¿Quién será el asesino?



Veamos que les ha parecido a nuestras lectoras

Empezamos por Pau

Una más de Poirot y, al contrario de lo que leerán en esta misma entrada más adelante, sigue insufrible... pero debo decir, en honor a la verdad, que la autora le ha bajado bastante el tono a lo largo de las distintas novelas, y el Poirot que lleva apareciendo las últimas n novelas no tiene mucho que ver con el del principio, divertido para un par, pero demasiado pesado.

La novela es como siempre, nos encontramos a Poirot dando vueltas por el mundo (una isla en esta ocasión) hasta tiene que ponerse a investigar la misteriosa muerte de una famosa y detestable actriz a la que todo el mundo odia salvo su amante. Se produce una investigación, Poirot habla con todo el mundo y finalmente, cuando todo parecía conducir hacia un asesino concreto y una explicación, el lector ve que, una vez más, no tiene ni flores de cómo funcionan las células grises del belga y por qué las células grises ya no le funcionan en condiciones.

Soy consciente de que parece una breve reseña hecha con desgana, pero de verdad es que hay poco más que decir a la hora de plantearla en la medida en la que Christie sigue explotando fielmente el cluedo, la fórmula de su éxito, pero es una novela ciertamente divertida, con personajes construidos en función de su papel y que se lee con facilidad... y además es una de las conocidas, aunque sólo sea porque han hecho dos versiones cinematográficas, una de ellas con Peter Ustinov.



Empezamos por Pi


Pues a mí me ha parecido un auténtico coñazo poco pesado. No se si ha influido que lo he leído tarde mal y nunca pero no veía el momento de acabarlo.
Creo que estamos pasando por una época de Agatha en la que la apetecía escribir como morirse  porque otra cosa no me cuadra.
Y no tengo mucho más que aportar al post. Prometo leer el próximo con más cariño a ver si le encuentro la gracia.



Y terminamos con MG

Este sí que me ha gustado. Poirot está en su punto y no se me ha hecho nada cargante, voy llegando a la conclusión de que me carga mucho más cuando está por allí Hastings dándole la réplica y es una pena porque Hastings es un gran personaje.

Me ha gustado todo, la ambientación, los personajes, la presentación del misterio...y hasta que me haya tenido prácticamente hasta el final completamente convencida de ser muy lista para luego darme en las narices. Es verdad que le da siempre una vuelta bastante retorcida a todo, pero en este caso ha merecido mucho la pena porque me ha resultado de los más interesantes.

Sigo sin verle las costuras la mayoría de las veces y eso es algo que, quince meses después, hace que no me canse y que me apetezca seguir leyendo.




Volvemos en dos semanas con El misterio de Sans Souci, en el que nos volvemos a encontrar con dos viejos amigos: Tommy y Tupence. Mientras tanto, tengan cuidado ahí fuera.

lunes, 8 de febrero de 2016

La muerte visita al dentista

Una quincena más acudimos prestas a la cita con Doña Agatha que ha decidido, en esta ocasión, llevarnos a visitar al dentista ¡la apuesta empieza con dolor!

Una novela más de Poirot, publicada en 1941, en la que se ven ciertos retazos que nos sacan de la placidez asesina de la campiña inglesa para señalar hacia la guerra mundial en la que ya estaba sumergida Europa por aquel entonces.

Veamos qué nos dicen en estas ocasión nuestras lectoras:



Empezamos con MG:

Normalmente soy una entusiasta. Me suelen gustar todos los libros del Proyecto Agatha, y suelo pasarlo bien.

Pues eso, que normalmente. Pero este libro no me ha gustado. No sé si me ha pillado con el pie torcido o qué. Me ha parecido farragoso, confuso, como si lo hubiera escrito a lo loco y sin pensar demasiado. No me ha interesado demasiado y creo que a ella tampoco le volvió loca.

Poco más que decir, he marcado esto en lo que estoy completamente de acuerdo

"Había oído el mismo argumento a cientos de mujeres, con la misma fe ciega en el poder redentor de su amor. Suponía únicamente que por lo menos una vez entre mil pudiera ser cierto." 

Seguimos con Pi:

Opino exactamente lo mismo que MG, lo cogí con pereza desde la primera página y no me abandonó hasta el final. 
Una de las cosas que engancha de los libros de Agatha es ponerte en el papel del detective e ir atando cabos. Para ello hay que ponerse en situación de quien estaba donde en cada momento. Aquí el primer problema . La acción se desarrolla en una clínica dental con dos dentistas, muchos pacientes, uno que entra otro que sale, ... demasiado follón. Es imposible hilar teorías si ni siquiera aciertas a comprender el ir y venir de personajes.
La historia es flojita y el final salva un poco el tipo. En la biografía de Agatha decía que escribía los libros como churros y algunos casi mecánicamente. Este creo yo que fue de esos de relleno.
Para colmo de males el tiempo verbal de la traducción me ha puesto de los nervios.  "El joven inclinose"  ,"Poirot quitose", y así constantemente.
Por último comentar que en un momento determinado se dice que Poirot "solía comentar a menudo sus casos con su criado George" al cual nos presentan como un clásico. Que mis compañeras me corrijan si ha salido antes, pero yo no tenía constancia de este buen hombre.

Y cerramos con Pau:

Tres de tres, el libro me ha parecido un disparate, es decir, más disparatado de lo habitual... Cierto es que es bastante habitual, sobre todo cuando de Poirot se trata, que la autora parezca querer llevar a los lectores por un camino y de pronto ¡zas! descubrirnos una senda distinta, pero normalmente lo hace de una forma progresiva, no como en esta ocasión, donde todo el castillo de naipes que nos hemos construido se cae tan al final que no tiene ni pies ni cabeza... que no es que esté cogido con pinzas (que lo está, pero eso siempre) sino que da la sensación, más que nunca, de que Doña Agatha ha decidido quién era el asesino al final y, para más inri, da la sensación de haber decidido todo el misterio al final, aunque no sea así, aunque haya pistas que indican que sabía quién era... 

En definitiva, muy disparatado y, además, llega un momento en el que parece todo tan deslavazado que las vivencias de los distintos personajes a mí, como lectora, me importan un carajo hasta el punto de que he confundido ni más ni menos que a tres personajes distintos (he desfecho el entuerto al final) y en lugar de tratar de resolverlo he seguido avanzando...

Nos vemos en dos semanas con Maldad bajo el sol. Tengan cuidado ahí fuera.