lunes, 8 de junio de 2015

La trayectoria del bumerán

Dos semanas después acudimos nuevamente a resolver un asesinato de la mano de Doña Agatha, La trayectoria del bumerán, publicado originalmente con el título Why didn't they ask Evans? en 1934... el cambio en su traducción es francamente incomprensible. 
Esta novela, como la gran mayoría de la señora Christie, ha sido llevada al teatro, al cine y a la televisión, así que si le interesan los misterios, no hay excusas.
La señora Christie nos lleva una vez más a la adorable campiña inglesa, ese lugar mítico donde las señoritas adineradas de noble cuna se aburren tanto que en cuanto les ponen a mano un asesinato todos sus sentidos se despiertan para resolverlo y salir así del aburrimiento. En esta ocasión el asesinato es tan misterioso que en principio ni siquiera parece más que un desafortunado accidente sufrido por un señor al que nadie conoce.

Veamos que nos dicen nuestras lectoras:

Empezamos con Bichejo: 

Hola corazones. Me he quedado prácticamente igual, no sé si por el momento vital en el que lo he leído o  porque después del Orient Exprés todo es un poco #caca.

Esta vez sí me he fijado en el clasismo de Dame Agatha "Nadie mira a un chófer con igual atención que a una persona". Fenomenal, primero los zurdos y ahora los chóferes, no respetamos nada. Y claro, ahora leo (porque esta vez soy la última que escribe) lo que dice Annie y es uno de nuestros momentos clásicos básicos de separadas al nacer.

Y poco más, me gustaría que alguien más listo me explique qué tiene que ver el bumerán.


Seguimos con Pi:

Pschhhhh. Por cierto, ¿Y ese título en español? Como si lo llama "El misterio de los callos con garbanzos"; lo mismo pega.
Mas de lo mismo, ni fu ni fa. Chica aburrida metida a detective que resuelve caso así como con potra.

Continuamos con Anijol:

Pues esta es otra de las que ni fu ni fa. Puede que se deba a que después del Orient Exprés cualquier cosa me iba a parecer poco. Sea por lo que sea se me ha hecho larga y he llegado a la aventura final con el único interés de que se acabara por fin. Por otro lado el papel de la heredera pizpireta en busca de emociones fuertes empieza a resultar repetitivo. En este caso la novedad es que que confraterniza con los 'sirvientes'. Bien es verdad que el hijo del vicario no es un sirviente estrictamente pero si pensamos que elegir al vicario era una de las prerrogativas del 'Señor' de la finca entonces ya no se aleja mucho de la servidumbre.

Otra novedad es la existencia de una clínica de desintoxicación en los alrededores del escenario de la novela. No deja de sorprenderme la diferencia abismal entre la Inglaterra de aquellos años y España.

Me ha llamado la atención que recicla el nombre de uno de los personajes de la anterior para el Doctor de ésta. Se repite Arbuthnot que, sin ser yo una experta en nombres ingleses, no parece muy común.

Termino con un subrayado que nos muestra una vez más el clasismo que rezuman las novelas (no sé si como reflejo de la realidad de la época o particularmente de Doña Agatha) "Nadie mira a un chófer con igual atención que a una persona". Ahí queda eso.

Y terminamos con Pau:

La primera en la frente: no logro entender muy bien qué pinta un bumerán en esta historia, francamente, me gusta muchísimo más el título original aunque parece que en castellano tenemos una cierta alergia a los títulos interrogativos.

La novela me ha gustado, conste, como todas las de Agatha Christie hasta ahora, pero ciertamente me he perdido un poco y no me daban ganas de volver atrás a ver si me enteraba, sólo quería seguir hasta el final; asimismo me ha resultado más tramposa de lo habitual y me da en la nariz que esta la voy a olvidar en breve. Nos encontramos con una mujer joven -y por supuesto rica heredera de la campiña inglesa- que se aburre profundamente hasta que se encuentra con un asesinato, que sí, que está bien que la voz cantante sea femenina, pero empieza con otro personaje que por alguna razón pierde toda importancia en manos de alguien que simplemente pasaba por allí... y cómo no ¡hay boda!


Es pelín enrevesado y me da la sensación de que la señora Christie es perfectamente consciente de ello hasta el punto de que el malo decide explicar tooooodo lo vivido punto por punto, por si el lector no se ha dado cuenta que no, que no se ha dado cuenta.


Dentro de dos semanas nos vemos con Tragedia en tres actos. Tengan cuidado ahí fuera.

6 comentarios:

  1. Buenos días,
    soy una lectora de vuestro blog relativamente nueva y ya que preguntáis por el bumerán os respondo. El bumerán tiene una trayectoria digamos de "ida y vuelta" es decir que alguien lo lanza y al llegar da la vuelta describiendo más o menos una elipse y vuelve al lugar desde el que se lanzó. En el caso del libro se refiere a que empiezan la investigación en el pueblo en el que viven y donde se produce la tragedia y tienen que volver a ese mismo lugar a concluir la investigación (y no digo más por no quitar la emoción a los lectores). Yo la novela la leí en inglés y me gustó mucho como todas las de Agatha Christie de aventuras pero estoy de acuerdo en que tiene menos labor de detección que otras, por ejemplo en las que interviene Hercules Poirot.
    En lo tocante a las frases clasistas, ¿qué esperabais? el libro está escrito en 1934, las clases sociales aún hoy en Inglaterra siguen estando muy claras y separadas.
    Un saludo,
    La Vizcondesa de Saint-Luc

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  2. A mí ésta también me pareció un rollo. Pero por lo menos he aprendido cómo funcionan los boomerangs, cosa que a mi edad considero muy útil. Una tiene que hacerse una culturita.
    De resto, creo que le he leído a la señora Christie comentarios racistas (contra judíos, latinos y nativos de cualquier colonia), además de clasistas y machistas, así que habrá que quererla como es.
    Gracias por las reseñas.

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    Respuestas
    1. Gracias a ti, por lo acertado de tu comentario y por compartir este proyecto con nosotras :)

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  3. Ahora os toca "Tragedia en tres actos", ¿verdad?
    Ese lo tengo. Igual me animo a leerlo esta semana.
    A ver qué contáis de él, je je.

    Saludos agathísticos.

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