lunes, 31 de julio de 2017

Pasajero a Francfort


Pasajero a Francfort fue publicada en 1970, coincidiendo con el 80 cumpleaños de Agatha Christie. Un diplomático es abordado por una joven en un aeropuerto, quien le pide un favor inmenso. A partir de ahí el protagonista se ve inmerso en una trama de espionaje a escala mundial.

Veamos qué opina MG


Esta va a ser una reseña muy breve. No. Mal. Muy mal. Fatal.
Mientras lo leía pedí en tuiter una máquina del tiempo para ir a decirle a doña Agatha que nunca jamás en la vida escribiera historias de espías.
Es que no se le dan bien. Y pierde todo lo que a mí, personalmente, me resulta atractivo en sus historias. Yo espero asesinatos. Y ya. Mira qué poco te pido y qué mal me lo das, Agatha.
Me sabe muy mal, porque es el último antes de las vacaciones y hubiera preferido irme más contenta que esto. Entramos en la recta final de las novelas...pero eso será en septiembre. 



Pi




Según la Wikipedia este es el último libro de espías que escribió Agatha, gracias a Dios. En general no es un género que borde, pero es que este ya es infumable. Hasta en las críticas que tiene en la Wikipedia le ponen pingando (de una forma mucho más sutil que yo)


El libro es un sin sentido desde la primera hoja a la última. La historia, por llamarla de alguna manera, ni interesa ni realmente cuenta nada. La única alegría que da la novela es conseguir llegar al final. Del final, también por llamarlo de alguna manera, ni hablamos.



Sólo puedo aconsejar que no perdáis tiempo leyendo esto, en serio. Yo me propuse acabarlo por el compromiso con el club, y confieso que fue saltándome las páginas de dos en dos. Horrible.



Por último, a ver que opina Pau.

El comienzo apuntaba a que iba a ser una novela de lo más divertida: un ricachón inglés aburrido, una joven en un aeropuerto que lo embarca en un disparate y no le queda otra que aceptar porque la vida es corta, necesita emociones y qué demonios, le encanta llamar la atención... pero poco a poco esa primera impresión favorable se va yendo por el sumidero para convertirse en un disparate que podría ser sensacional, pero no, se convierte en un disparate aburrido y a Doña Agatha -como a cualquier autor que me guste- puedo perdonarle prácticamente todo, menos que me aburra ¡y es que no hay por dónde cogerla!

Toda la trama se convierte en un totum revolutum de nazis, juventud loca y yo que sé como si hubiera ido sacando papelitos de una chistera para meter disparates en las páginas sin ton ni son. Se nota la época porque en el 70 el nazismo estaba en pleno auge pero no son maneras, Señora Christie, así no.



Volvemos el 11 de septiembre con Némesis. Mientras tanto, tengan cuidado ahí fuera.

domingo, 16 de julio de 2017

Las manzanas

Esta quincena las integrantes del proyecto hemos leído la novela Las manzanas, escrito por Agatha Christie en 1969. Una vez más, nos encontramos con el famoso detective belga, Hércules Poirot, y su amiga y alter ego de nuestra escritora, Ariadne Olivier.

La novela comienza con Ariadne Olivier ayudando a organizar una fiesta de Halloween para jovencitos; en medio de los preparativos, una joven de la fiesta, llamada Joyce, cuenta a los demás que presenció un asesinato hace tiempo, aunque no sabía que lo fuera. Poco después, es asesinada.

Veamos qué opinan nuestras lectoras:

Empezamos por MG:

Lo bueno de Las manzanas es que tiene muchos muertos y mucha acción. Me gusta cuando Agatha no tiene pudor ni respeto por la edad y hace de un niño una víctima o un asesino. En este caso es una víctima. Una niña que presume de haber visto un crimen. Y por bocas (aquí tenéis la moralina, queridas niñas, hay que ser más discretas) lo paga con la vida, chanchanchanchaaaaaan.

Poirot en este libro es menos insoportable que en otros. Seguramente porque ambos (personaje y autora) se van haciendo mayores y muchas de las cosas que Agatha no soportaba de Hercule se las ha acabado perdonando y es un poco más generosa con él.

Lo malo de Las manzanas es que ya me lo había leído y además me acordaba perfectamente de toda la trama. Muy recomendable en cualquier caso.

Seguimos con Pau:

Una vez más vemos que Doña Agatha se da cuenta de que la fórmula, aunque sigue siendo exitosa, está empezando a agotarse, me explico: empieza con Ariadne Olivier organizando una fiesta y alguien tiene la feliz ocurrencia de pedirle que invente un asesinato falso a lo que se niega horrorizada al recordar que eso ya le pasó una vez y que el asesinato acabó siendo auténtico... vamos, que el alter ego de la autora le dice directamente al lector que sabe que eso ya nos lo ha contado y no va a repetir... pero repite, repite y da la sensación de que casi cada frase del libro ya lo hemos visto en novelas anteriores, a pesar del guiño.

Si me acercara a esta novela sin haber leído una de la señora Christie cada dos semanas, probablemente me habría encantado, a pesar del batiburrillo de personajes y de que está todo bastante parado casi casi hasta el final pero, como no es así, como todo me ha parecido previsible y estoy más que harta de las deducciones del detective belga -aunque no es ni sombra de lo que era cuando empezó en esto de ser personaje- me he aburrido al leerla. 

Terminamos con Pi:

Vuelta a lo clásico. Asesinato en una casa donde todos los presentes son sospechosos. Como dice Pau lo de Ariadne Olivier canta un poco. Ya empieza a parecerse a Jessica Flescher , que donde cae matan a alguien. Aunque repetitivo no termino de cansarme de la fórmula, al fin y al cabo es lo que me gusta de Agatha.
Cosas que me han llamado la atención:
- La fiesta que se celebra dice que es para niños a partir de 10-11 años. A continuación habla que en este tipo de fiestas hay drogas como hachis y LSD. Eso para que luego hablen de los niños de hoy.
- ¿Cuántos años tiene Poirot a estas alturas? Se lleva considerando viejo y está jubilado desde que Agatha comenzó a escribir, y de eso hace ya 49 años (El misterioso caso de Styles). En un momento determinado Ariadne le dice que rebasados los 50 la comodidad es lo único que interesa, como si los hubiera pasado hace poco. Señora, querrá decir superados los cien, que si le conocimos en su madurez ahora es un druida.
Nos vemos dentro de quince días con Pasajero a Frankfurt, mientras tanto, tengan cuidado ahí fuera.

lunes, 3 de julio de 2017

El cuadro

Esta quincena hemos leído El cuadro, escrito en 1968.
Tiene como protagonistas a los detectives Tommy y Tuppence, a los que hemos seguido desde su juventud a través de diversas novelas.

En esta ocasión, siendo ya maduros, entran en contacto casualmente con una anciana. A partir de esta conversación, y de un cuadro que llega a sus manos procedente de esta mujer, se inicia una búsqueda en la que se mezclan múltiples personajes de pasado y presente.



Veamos que opina Pau.

Empiezo confesando que nunca he conseguido conectar del todo con estos dos, así que puede que el problema sea más mío que de la novela.

A ver, no es que no me haya gustado es que me parece que la he leído ya setecientas veces y encima protagonizada por dos personas que no me despiertan el más mínimo interés; un jaleo fenomenal de trama donde es imposible no perderse y total qué más da... Empieza bien, todo hay que decirlo, y no termina mal del todo, el problema es toooodo lo que sucede en medio, que es imposible seguirlo en condiciones.

Y Pi:

Una vez más Tommy y Tuppence no me han decepcionado, me han parecido un rollo monumental.
La autora dedica el libro a los fans que le han pedido saber que es de la vida de estos dos y un nuevo libro sobre sus andanzas. Yo desde luego vivía tan feliz sin saber de ellos, pero obviamente hay para todos los gustos.
La historia comienza, tal como decimos en la introducción, cuando la pareja entra en contacto con una anciana que les cuenta una película. Tuppence, que obviamente se aburre mucho, no piensa que son invenciones de una anciana algo gagá, sino que se saca de ahí una historia que va alimentando con lo que encuentra a su paso.
Como está muy aburrida, repito, allá que se va a buscar el origen de toda esta historia, y se mete en un follón de personajes y hechos que no tienen el menor sentido.
Es de esos libros que he terminado porque una está muy comprometida con el club y si hay que opinar, hay que leerlo.
El desenlace (culpables) salvaría ligeramente la historia, sino fuera porque las circunstancias en las que se produce son del todo fantásticas.
Definitivamente este va al top ten por la cola.

Terminamos con MG

Personalmente me gusta reencontrarme con antiguos personajes, ver qué ha sido de ellos, si son felices y cómo les ha tratado la vida en general. 

Tommy y Tuppence siguen llenos de vida (sobre todo ella, que es la "rebelde" de su familia) y eso está muy bien.

PERO. Este libro es un completo batiburrillo. De nombres, de sitios, de gente entrando y saliendo y de tramas bastante disparatadas. Creo que el libro se va enredando hasta que llega un momento en el que da la sensación de que no va a resolver nada...y claro, al final lo precipita.

Una pena porque quería que este libro me gustase. Añado que la portada es completamente espantosa, pero que tiene a su favor que en este caso la editorial Molino no nos cuela un pedazo de espoiler con la ilustración.

Volvemos la quincena que viene con Las Manzanas. Tengan cuidado ahí fuera