lunes, 12 de enero de 2015

El secreto de Chimneys

Esta quincena hemos leído El secreto de Chimneys, la quinta novela de Agatha Christie escrita en 1925.

La novela gira en torno al trono de Herzoslovaquia una inventado país balcánico con varios pretendientes. Encontraremos personajes que no son lo que parecen y otros que no parecen lo que son, unas memorias que cuentan secretos, conspiraciones internacionales, asesinatos, aristócratas, peticiones de matrimonio y la eterna ¿disputa? por el podio de la inteligencia entre británicos y franceses.

Aquí podéis leer las breves reseñas de las lectoras de este Proyecto Agatha Christie.

Empezamos con las reflexiones de Bich

Sinceramente, un rollazo. No le he cogido el punto en ningún momento, y desde el principio me he aburrido. No me he saltado páginas porque me daba vergüenza hacerlo con un libro tan corto.

No he conseguido que me interese la historia ni los personajes, además me he descentrado un montón con el que hablaba como si fuese Yoda: "A tontas y a locas habla...al grano vamos", es que yo así no me lo podía tomar en serio.

Total, que estoy deseando pasar al próximo, que nos toca Poirot y estoy que no quepo en mí de la emoción. A ver si se lían a asesinar en condiciones. 

La frase lapidaria es aplicable a cualquier situación: "¡Cuánta gente extraña has creado, Dios mío!"

Aquí leemos las de Pau

En esta ocasión nos encontramos, a modo de prólogo, con dos extraños en un tren (para nosotros, ellos se conocen) que departen sobre unas misteriosas memorias cuyo contenido podría desequilibrar un imaginario país de los balcanes... con todo lo que supone desequilibrar esa zona del mundo en 1925... y en 2015. Hay también unas cartas de amor impío firmadas por una mujer que toma prestado el nombre de otra... y esa otra será una ingeniosa británica aristócrata viuda con la que tooodo el mundo quiere casarse -qué obsesión tiene la señora Christie con el matrimonio, hay que ver, es una constante en sus novelas (se divorció en 1928 ¿le estaría dando vueltas ya por entonces y de ahí su obsesión?)- que será chantejada y entrará en el juego sencillamente porque se aburre.

Hay un poco lo que esperamos, asesinatos, misterio, carreras, puzles que resolver, acusaciones que fallan y otras que aciertan, disfraces... el poblema es que recuerda en exceso a la novela anterior y que abusa tanto del diálogo que casi casi parecía teatro.

Le toca el turno a Anijol

Aunque me costó un poco entrar en la historia esta vez, una vez dentro me ha gustado bastante. Es cierto, como dice Paula, que tiene muchas cosas en común con la historia anterior. El aristócrata indolente, por ejemplo.Y sí, continua la obsesión de la señora Christie con el matrimonio. Lo bueno a mi entender es que aquí la viuda no parece tener ningun interés en casarse, sino que son sus pretendientes los que lo están deseando.


De nuevo nos encontramos con vueltas de tuerca y personajes que no son lo que parece. Confieso que yo muchas veces me pierdo y se me olvidan detalles o no los acabo de entender y cuando llega el desenlace ya no sé si lo entendí mal en su momento o si doña Agatha ya cuenta con ello y nos tanga como a enanos. Como soy una vaga no he perdido el tiempo en comprobarlo. Además así disfruto con las novelas. Si tuviera la certeza de que me engaña con todas las de la ley dejaría de gustarme.

En esta no he subrayado más que un leísmo horrorosísimo "Si usted me le aconseja" ¡ay!

Como ya he dicho sí me ha gustado, de lo que más la vuelta a las mansiones, en este caso con su lord Caterham, del que no diré que es sin par porque recuerda demasiado al lord Eustace del Hombre del traje color castaño del que os hablamos hace quince días.

Y nos despedimos con la última pero no menos interesante reflexión de Pi

Pues lo primero darte mi apoyo Bich, yo sí me he saltado páginas. El libro me ha parecido un auténtico petardo. Lo he terminado por compromiso con mis compañeras y lectores, con eso lo digo todo. Los personajes no tienen profundidad ninguna. Al no conseguir imaginarlos es fácil confundir unos con otros, y llegado un punto te da igual quién es quién, sinceramente. La descripción del entorno es casi peor. Las escenas se suceden sin sentido: este va aquí y se encuentra a no sé quién sin saber ni cómo ni por qué. El final... si es que da igual quién sea el malo. El secreto de los libros de misterio es que el lector se posiciona a favor o en contra de unos personajes en plan, "esta chica adorable no puede ser una asesina". Cuando conoces tan poco de los personajes y no has conectado con ellos emocionalmente no hay sorpresa ninguna, cualquier vale de asesino.

Pobre Agatha, la he puesto verde y sin poder defenderse. Menos mal que la próxima semana tenemos el éxito asegurado, espero.

Dentro de quince días (26.1.15) nos veremos de nuevo con Poirot en El asesinato de Roger Ackroyd

7 comentarios:

  1. La ponéis verde el día del treinta y nueve aniversario de su muete. No tenéis corazón.

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  2. Bueno, como el siguiente ya me lo he leído, me voy a leer este, a ver si comparto la opinión.

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  3. Pues a mí sí que me ha gustado. Por una vez no estaban los personajes típicos (Poirot, Ms. Marple, etc) y no sabía por dónde iba a salir el protagonista.
    Todo el rato sabía que no iba a ser quien decía, pero el final no me lo esperaba mucho. Creo que me ha parecido demasiado... aristocrático. Luego está el tema de la boda, que todo el mundo tiene que casarse, pero, ¿tendrían que repetirla? ¿O en 1925 eso daba un poco igual?
    He subrayado bastantes cosas pero me las he dejado en el Kindle, jeje. En general sigue maravillándome con algunas salidas. Como lo de que un asesinato es menos asesinato porque el marido estaba borracho, al final la mató el alcohol. Para mear y no echar gota, desde luego.
    Una cosa que me ha gustado también es que no se ha sacado demasiadas pruebas de la manga. No es de esas veces que lo resuelven por cosas que el lector no ha podido deducir, que eso me cabrea mucho de Poirot. Aunque tampoco tenía mucho intríngulis, al final sabe como a poco.
    El de Roger Ackroyd ya dije que me lo había leído (qué mala la emigración, vaya tripotá me di de Agatha Christie al venir sola), pero miraré si tengo anotaciones.

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  4. Eliahh, hasta hace bien poco (y no estoy segura de que lo hayan cambiado ¿algún estudiante o Licenciado en Derecho en la sala?) cometer un delito bajo los efectos del alcohol era atenuante. En España.

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  5. Y eximente, en según que casos. Lo sigue siendo. Pero el Código Penal habla de intoxicación plena, y siempre que no se haya buscado esa intoxicación para cometer el asesinato.

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  6. Qué fuerte, lo que sabéis. He encontrado esto de 2009 en el que todavía se dice que se puede eximir por completo en caso de enajenación total e involuntaria:
    http://www.abc.es/20091111/nacional-tribunales/eximente-violencia-genero-200911111106.html
    Nada, tengo que retirar entonces mi asombro sobre el comentario del policía en el libro y moverlo a la época actual.

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  7. Y aquí lo que subrayé:
    "Desde luego, no apruebo la intervención femenina en la política; pero las mujeres obran maravillas en su propia esfera". Otra forma más de sentar cátedra contra las pobres mujeres.

    "—Me avergüenzo de ti, Virginia. No debes describir esas intimidades alos amigos; no es delicado.
    —Pero, Bill, todos tenemos caderas, aunque las mujeres sufrimospara disimularlas. Esa faja es de goma, llega a la rodilla y esimposible andar con ella.
    —¡Espantoso! ¿Para qué la quieres?
    —Porque nos gusta sufrir por nuestra figura."
    Y poco después...
    "—¡Te amo tanto, Virginia!
    —Lo sé, Bill; lo sé. Me gusta que me amen. ¿Verdad que es horrible? Me entusiasmaría que todos los hombres atractivos del mundo se enamorasen de mí."

    "—No lo entiendes, Virginia —afirmó severo—. Los hombres...
    —Son polígamos, lo sé. A veces temo inclinarme yo también a la poliandría. Si de veras me amas, llévame a almorzar sin más dilaciones."

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